Probablemente la adquisición de
un equipo para realizar tratamientos estéticos sea una de las inversiones más importante que haga el
profesional de estética durante toda su carrera. No obstante, cuando se acerca
el momento de tomar esta decisión, sobre todo si se trata de sistemas basados en luz, se convierte en un reto el comprender la interacción de
los parámetros que permitirán ofrecer a los pacientes una eficacia clínica
óptima.
Todos los tratamientos estéticos
basados en luz se sustentan en la teoría de la fototermólisis selectiva: la
utilización de energía lumínica para tratar selectivamente elementos de la
piel. Existen evidentes diferencias entre la Luz Pulsada y el Láser; así como también
existen diversos tipos de láseres que
son eficaces a distintas profundidades de la epidermis, y por lo tanto,
eficaces para distintas afecciones. Con la apropiada selección de
parámetros -longitud de onda, duración de pulso, fluencia y tamaño de spot-, se
puede utilizar sistemas de luz de un modo efectivo y no invasivo para tratar el
vello no deseado, eliminar vasos y mejorar la apariencia de la piel. Para
realizar cualquiera de estas aplicaciones de forma satisfactoria hay que entender
la interrelación de estos parámetros en los tratamientos clínicos, y contar con
un equipo que pueda aplicar esa combinación de manera efectiva.
Por eso, uno de los principales
retos para la comprensión acabada de lo que los distintos equipos estéticos nos
pueden ofrecer es conocer bien nuestras
necesidades y tratar de comprender cuales son los requerimientos necesarios; dado
que la mayoría de la literatura comercial no muestra las interrelaciones entre
los parámetros. Por ejemplo, un elemento clave de la fototermólisis selectiva
es que la duración del pulso sea lo suficientemente corta como para que la
temperatura del objetivo a tratar se eleve lo suficiente antes de que
gran parte de la energía se propague hacia el tejido circundante. Sin embargo, diseñar un sistema que emita la
energía suficiente durante un pulso corto suele resultar un reto para los fabrincantes. Por esta
razón, si bien un folleto con las características técnicas puede enumerar una
variedad de fluencias y de duraciones de pulso para un determinado equipo, un
aspecto clave es determinar cuál es el valor de la fluencia que puede lograrse
para las duraciones de pulso que se necesitan en los tratamientos clínicos.
Lo importante es poder hacer
algunas preguntas clave al asesor
comercial para identificar la opción correcta. Si
bien se concentrarán principalmente en los conocimientos que respaldan las
aplicaciones con la tecnología elegida (láser, Luz Pulsada o radiofrecuencia),
existen otras consideraciones importantes que deben tenerse en cuenta a la hora
de tomar la decisión de comprar un equipo. Esto incluye las medidas que el
fabricante haya tomado para preservar el valor de su inversión, como la oferta
de una capacitación continua y las nuevas aplicaciones clínicas que pueden
añadirse al sistema que usted está adquiriendo hoy.
En Tecnoimagen disponemos de un libro de tecnologías, que a modo introductorio, explica los conceptos básicos que los que recién se inician en el uso de tecnologías deben tener en cuenta para comprar una tecnología. Si desea recibir este libro no tiene más que enviar un mail a: comunicaciones@tecnoimagen.com.ar
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