La
situación actual de la mayoría de los mercados (sea indumentaria, calzado o estética) se caracteriza por la existencia de una multitud de productos y/o
servicios, un aluvión de información imposible de
procesar para el destinatario (más aún con la llegada de internet) y una sociedad cada vez más
exigente.
Como consecuencia, las empresas se ven obligadas a dirigir sus esfuerzos
hacia una identidad o imagen de marca fuerte, coherente y distintiva y comunicarla adecuadamente a
sus públicos. Este proceso de gestión (identificación, estructuración y comunicación)
de los atributos propios de identidad para crear y mantener vínculos relevantes
con sus públicos es lo que se conoce con el nombre de “branding”.
Hacer “branding” tiene como objetivo prioritario lograr la
identificación, diferenciación y preferencia de su marca. Se trata de lograr que la imagen
de su consultorio y/o de su marca adquiera una importancia fundamental, creando
valor y estableciéndose como un activo intangible estratégico.
En el caso de los consultorios y centros médicos, la persona a cargo de las actividades de branding, muchas veces, es el mismo profesional de la medicina. Pero en general, este médico se pasa la jornada laboral atendiendo pacientes y no haciendo marketing de
consultorio... Es una realidad que a muchos médicos dedicados a la
estética, el marketing les resulta demasiado costoso y sienten que les resta
tiempo a los tratamientos o procedimientos quirúrgicos. Aunque un
enfoque estratégico, bien pensado de la marca, le permitirá tener más tiempo
para tratar a los pacientes y obtener así un excelente rendimiento.
Una buena imagen de marca le permitirá:
- Ocupar un espacio en la mente de los públicos, los pacientes.
- Facilitar la diferenciación de su consultorio de otros, por
medio de un perfil de identidad propio, duradero y diferenciado.
- Generar confianza, porque la gente estaría dispuesta a pagar un plus
de marca, ya que su imagen sería una garantía de calidad o de prestaciones
superiores a los demás servicios.
- Atraer mejores inversores. Una buena imagen facilitará que los
inversores estén interesados en participar en una entidad aportando capital, ya
que la perspectiva de beneficios puede ser vista como superior frente a otras
alternativas que no posean una buena imagen o que sean desconocidas.
- Conseguir mejores trabajadores. Un centro que tenga buena imagen
resultará más tentador para trabajar, lo cual le facilitará la contratación de
personas más idóneas en función de su perfil profesional.
Por todas o algunas de estas razones, el “branding” debe ser reconocido
como un capital importante, y hace necesario que se planifique una acción
coherente que pueda influir en la imagen que se formen los públicos de su
centro o consultorio.
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