miércoles, 24 de julio de 2013

Entrevista exclusiva a Antonio Campo en la Revista Para Ti

Reproducimos parte de la nota publicada el 19 de julio en la revista Para Ti:

Aunque a veces lo tomemos con la misma liviandad con que nos pin­tamos las uñas, hacerse un trata­miento estético es más complicado de lo que parece. (…) Por este motivo hablamos con el doctor Antonio Campo Voegeli, médico dermatólogo licenciado en la Universidad Autónoma de Barcelona, que actualmente se des­empeña en la Unidad de Cirugía Dermatológica del Servicio de Dermatología del Hospital Clinic de Barcelona y es director del Centro Bernaclinic, unidad especializada en láser dermatológico y dermatología cosmética. El especialista estuvo en nuestro país con motivo del Tecno Summit, un congreso organizado por Tecnoimagen en el que se expusieron las últimas novedades en tecnología médica y cuya temática se centró en la importancia de un buen diagnóstico médico. Con toda esa información, en esta nota desmitificamos algunas creencias y despejamos dudas.

¿EXISTE UN TRATAMIENTO PARA TO­DAS? “Lo primero que el paciente tiene que entender es que no hay un tratamiento único para todos –aclara Campo Voegeli–. El encargado de orientar y evaluar el protocolo de tratamiento es el médico. El especialista sabe que puede llegar al mismo resultado utilizando diferentes tecnologías, y eso depende de múltiples factores: la aparatología que maneje el médico, el presupuesto del paciente, la urgencia, los resultados que se buscan y la prioridad de problemas a resolver”.

¿CON UNA TECNOLOGIA ES SUFICIEN­TE? Inmediatamente después de explicar cuál es el problema, la paciente suele decir: “yo leí que necesito tal cosa” “a mi hermana sólo le hicieron tal tratamiento y quedó perfecta”.El Dr. Campo Voegeli aclara: “a veces el paciente llega buscando una solución a su problema de enveje­cimiento sin identificar si la base de su molestia son las manchas, las venitas, la flaccidez, los surcos o qué. Además, hay que entender que nin­gún tratamiento logra resultados maravillosos solo; siempre la combinación es lo ideal. Por ejemplo, podés tratar arrugas con Therma­ge, pero dependiendo de qué tipos de arrugas se trate tal vez necesitemos com­binarlo con Botox. Cada punto que quieras tratar va a exigir una tecnología determinada, por eso es que la com­binación logra resultados óptimos. Si un paciente viene a tratarse la flaccidez, pero yo observo también que tiene manchas o venitas, voy a aconsejarle que trate también ese punto. De hecho, a veces es más rentable tratar primero las manchas y después ver cuán grave es el problema de flaccidez y si necesita tratamiento o no”.

¿LO BARATO SALE CARO? “Es di­fícil encontrar tecnologías buenas y baratas, yo diría que casi no exis­ten, es imposible. Lo caro también puede ser malo, pero lo bueno es difícil que salga barato” des­mitifica el especialista y aclara que si alguien quiere obtener un buen resultado, tendrá que invertir.(…)

¿MAS VALE PREVENIR QUE CURAR? “Absolutamente sí. Estos tratamientos logran mejores resultados cuando los signos son leves o ni siquiera existen. Una paciente que pasados los 60 años nunca se ha cuidado del sol ni ha prevenido el envejecimiento no verá los mismos resultados potenciados que una que se ha cuidado y ha hecho tratamientos toda la vida” asegura el dermatólogo y agrega:“lo ideal es no esperar a ver los signos para comenzar a tratarse”. (…) Claro que cuidarse del sol y establecer rutinas de cuidado en casa también suma, pero el doctor Campo Voegeli asegura que la mejor edad para empezar con los tratamientos de tecnología estética se encuentra entre los 30 y 40 años.

¿PUEDO SACARME 20 AÑOS DE ENCI­MA? “En mi opinión, una consulta buena es aquella en la que no se cambian los rasgos del paciente. Lo ideal es que, en vez de parecer cinco años más de los que tenés, parezcas diez menos, es decir revertir el proceso de envejecimiento de diez a quince años. Más de eso es ridículo. Si cuando salís de la consulta tus amistades te dicen ‘te veo muy bien’, el tratamiento fue exitoso; en cuanto te empiezan a hostigar con ‘¿qué te hiciste, dale contame?’, es porque se nota y por lo tanto es un tratamiento mal hecho. Lo mejor es que nadie pueda identificar la causa de la mejoría”.(…)

¿TODO SE PUEDE MODIFICAR? La frase “parámetros reales” significa que no podemos pretender vernos como unatop model si medi­mos menos de 1,60 m y jugamos al hockey desde hace veinte años. Para vernos bien tenemos que estar dispuestas a dejar algo en el camino: “yo simplemente recupero lo que tenían hace diez años, respetando la fisonomía de cada una. Si una mujer que nunca tuvo pómulos quiere que le ponga, no se los voy a poner porque no va a quedar bien y va a parecer otra persona. Claro que esas personas siempre encuentran un médico que se los haga”,comenta Campo Voegeli.

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